martes, 26 de octubre de 2010

Siempre en movimiento..



El Mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia,
pudo subrir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado,
desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un
mar de fueguitos.
- El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un
mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos
y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que
ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire
de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos
sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

"El libro de los abrazos".

jueves, 7 de octubre de 2010